Tras su show especial en el Lunario, en donde tocaron los álbumes Empire y Automatic en su totalidad, VNV Nation fue a Guadalajara y volvieron a la CDMX para dar lo que ellos llamaron “el show grande” en El Plaza Condesa con un set lleno de éxitos que hizo vibrar el recinto en todos los sentidos.
Desde temprano se vio llegar a la gente vestida de negro en su gran mayoría y afuera del lugar se sentía alegría, felicidad y buena vibra. Todos sabíamos que sería una noche especial. Y eso se podía percibir en el ambiente afuera de El Plaza. Al entrar notamos que mucha gente ya había ingresado y estaban ya listos para poder ver el show desde el mejor lugar posible.
A las 8 en punto, las luces se apagaron para que el DJ local Dimitri Berzerk encendiera sus consolas y con ellas al público que para ese momento ya rebasaba la mitad de capacidad del inmueble. Con un set prendidito y bailable, muy ad hoc para la ocasión, Dimitri fue generando calor. Él mismo se notó muy emocionado y se tomaba su tiempo para bailar entre canciones e interactuar un poco con los presentes.
El lugar se fue llenando poco a poco y a las 9 en punto las luces se apagaron para escuchar un estruendoso grito de los presentes para que Ronan y compañía tomaran el escenario. “A Million”, “Retaliate” y “Armour” dieron inicio a la velada ante la euforia de los fans que desde el primer momento se entregaron completamente.
Ronan pidió de favor a todos que mostraran respeto por aquellos que estuvieran detrás y que guardaran sus teléfonos para evitar obstruir la vista. Recalcó que sería una noche en la que todos seríamos amigos y que plan era bailar, disfrutar y ser felices, dejando claro, también, que un show de VNV Nation es 50% responsabilidad del publico y el otro 50% es responsabilidad de ellos sobre el escenario.
“Space And Time”, “Sentinel” y “When Is The Future” nos pusieron a bailar y cantar al unísono. Y es que la intensidad por parte del publico jamás disminuyó. Los gritos hacían eco por todo el lugar poniéndonos la piel chinita. Desde el primer momento, Ronan se mostró muy feliz y no paró de repetir cuanto ama venir a México.
El momento “ponchado” de la noche llegó con “Honour” que hizo vibrar la pista de El Plaza mientras todos lucían sus mejores pasos de baile, seguida de “Tomorrow Never Comes” y “Farthest Star”. Con cada canción se iba sintiendo más calor en lugar y había que bajar un poco la intensidad para ponernos emotivos con “Illusion”, en la cual Ronan pidió que siempre tratemos de apoyar a aquellos que sienten que no merecen estar en este mundo.
“God Of All” nos puso a bailar una vez más. Mientras que “Epicentre” nos preparó para un combo-punch entre “Chrome” y “Nemesis” que nos hicieron sudar otra vez. “Lights Go Out” nos dio un pequeño respiro para que posteriormente “Control” hiciera temblar El Plaza. Literalmente, el piso vibró, todo se movió, el eco de los gritos parecía venir desde afuera del lugar y viajaba por todo el inmueble como una ráfaga de viento llevándose todo a su paso.
“Carbon”, “Homeward” y “Resolution” anunciaban el final del set, pues para entonces ya llevábamos dos horas de show y la verdad es que pasaron muy rápido. Ronan y compañía abandonaron el escenario por un momento para volver para el encore un par diminutos después, no sin antes volver a agradecer muy emotivamente por el cariño y la pasión de los mexicanos, diciendo que no hay otro lugar en el que se sientan tan queridos y apreciados como aquí.
El final estaba cada vez más cerca, pero “Nova” iluminó por completo El Plaza en el que fue quizás el momento más emotivo de la noche, seguida de “Standing” en la que Ronan nos pidió abrazar fuertemente a nuestros seres queridos y bailar con ellos para recordarles que los amamos, pues la vida es muy corta para no hacerlo.
“All Our Sins” daría fin al set de casi dos horas y media que nos llevó por un increíble viaje a lo largo de la discografía de VNV Nation, un público que disfrutó de cada segundo como pocas veces. Ronan jamás se cansó de repetir lo emocionado y feliz que estaba de haber vuelto a México.
Y aunque el show terminó, Ronan y compañía se quedaron unos minutos sobre el escenario a agradecer y a brindar con sus fans por la noche tan especial. Era más que evidente que no se querían ir, pero todo lo bueno debe terminar y finalmente tuvieron que despedirse. Pero nos queda un exquisito sabor de boca tras un show tan emotivo y especial, sabiendo con esto, que VNV puede volver a México cuando quieran y siempre serán bienvenidos.