El legendario bajista Steve DiGiorgio ha recordado su experiencia trabajando con el fallecido Chuck Schuldiner, el genio detrás de Death, en una reciente entrevista con D’Addario And Co.. DiGiorgio destacó la mentalidad abierta y la exigencia creativa de Schuldiner, quien no solo componía la base de las canciones, sino que también impulsaba a sus compañeros de banda a explorar y llevar su creatividad al límite.
DiGiorgio explicó que Chuck establecía la dirección musical con sus riffs, pero daba libertad a sus compañeros para interpretarlos a su manera, siempre y cuando respetaran la esencia de la canción.
«Trabajar con Chuck significaba que él establecía la canción con su riff, y luego permitía que los músicos a su alrededor la interpretaran como quisieran, siempre que se mantuviera la dirección que había imaginado», comentó DiGiorgio.
Sin embargo, Schuldiner no se conformaba con ejecuciones predecibles. Exigía más a sus músicos y los impulsaba a superar sus propios límites.
«Había momentos en los que yo componía algo más atrevido, pensando que tal vez querría suavizarlo. Pero él simplemente negaba con la cabeza y me decía: ‘Sé que puedes hacer más. Me gusta tu idea, pero vamos, atrévete más’.»
Durante años, algunos rumores han retratado a Schuldiner como un perfeccionista difícil de tratar en el estudio. Sin embargo, DiGiorgio desmintió esas afirmaciones, asegurando que el líder de Death tenía una mentalidad libre y receptiva.
«A lo largo de los años, la gente decía: ‘¿Era un tirano en el estudio?’. Y yo respondía: ‘¿Estás bromeando? Este tipo era el pensador más abierto que he conocido’.»
Si bien Chuck daba espacio para la experimentación, también tenía una visión clara de lo que quería lograr. Sabía cuándo intervenir y cuándo dejar que sus músicos se expresaran.
«A veces, si nuestras ideas se desviaban demasiado, nos guiaba de regreso y nos decía: ‘Guárdate eso para esta otra parte porque aquí tengo una armonía y no quiero que choque’.
«No dejaba que todo fluyera sin control; tenía un sistema de calidad bien definido. Pero al mismo tiempo, tenía tanta confianza en su capacidad de composición que permitía que los músicos trajeran su personalidad y adornaran sus riffs. Y al final, seguía siendo su composición, seguía siendo Death.»
DiGiorgio destacó que esta apertura musical fue clave para atraer a una audiencia más amplia. No solo los fanáticos del death metal se sintieron atraídos por la banda, sino también bateristas, bajistas y músicos de distintos géneros que admiraban la complejidad y musicalidad de Death.
Schuldiner nunca se restringió a los estándares del death metal tradicional. Sus influencias iban mucho más allá del género, y eso se reflejó en la evolución del sonido de Death.
«Venía de un trasfondo muy brutal, con ese tono gutural y demoníaco en los primeros discos. Pero sus intereses siempre estuvieron en el power metal, el metal clásico y los vocalistas melódicos como Bruce Dickinson, Rob Halford y King Diamond. Esas influencias siempre estuvieron filtrándose en su evolución como compositor.»
«No tenía una mentalidad cerrada de ‘esto es death metal y no puede salirse de estos límites’. No había márgenes. Si un pasaje sonaba feliz, no importaba, porque luego la música se volvía oscura de nuevo. Ese ir y venir entre contrastes le dio a Death su carácter único.»
A más de dos décadas de la muerte de Chuck Schuldiner, su música sigue viva gracias a sus antiguos compañeros de banda. DiGiorgio continúa rindiéndole homenaje a través de Death To All (DTA), el grupo conformado por exmiembros de Death que mantienen su legado en los escenarios.